Buena memoria
Hace mucho tiempo que alguien me dijo “la realidad no siempre es la que es, sino la que la gente acepta como tal.” Hablábamos, evidentemente de política, y cada día entiendo mucho más aquella afirmación. Veo como en apenas 12 meses los responsables de situaciones caóticas, y algunas de ellas sonrojantes, se convierten en aliados de la oportunidad y voceros desproporcionados de lo que no hicieron, pero después sí pidieron.
Debe ser muy cierto aquello de que la memoria es corta y que lo importante es que la gente vea una nueva realidad, que nada tiene que ver con lo que hicieron cuando gobernaban.
En la oposición no cuenta la ideología, para el PP sólo cuenta la oportunidad. Da igual las líneas rojas, mentiras, insuflar miedo, confundir o hasta querer parecer comunistas, lo que importa es ganar, eso sí, no para transformar la realidad de muchos sino la de unos pocos que evidentemente tienen más poder que muchos.
La frase que mejor define al PP en la actualidad es ” donde hice digo, digo Diego” y es que ahora dicen cosas que jamás hicieron y juegan con la memoria corta, la realidad social y lo que ellos quieren que se asuma como realidad política.
Rajoy pidiendo apoyo al PSOE y responsabilizando a otros de su soledad y la poca confianza en un partido corrupto, que ha mentido hasta Europa y que ahora quiere engañar para gobernar prometiendo cosas que no hicieron con mayorías aplastantes, y precisamente utilizaron para aplastar a los más débiles.
Bonig hablando a los valencianos y valencianas de la sociedad que pudo ser, como si no estuviéramos pagando sus 20 años de desgobierno, corrupción y seguidismo central. Ellos que han provocado la mala financiación y que los valencianos fuéramos una prolongación del PP de Madrid.
Amparo Folgado sin asumir el resultado y reclamando políticas que ella tenía en los cajones, como si de la noche al día un trastorno bipolar y una AMNESIA GENERALIZADA, le permitiera pintar una realidad que solo existe en los manuales políticos del PP y de las cuentas de resultados afines al reino, que juegan en la sombra para ostentar el poder y manipular la verdad.
La política debe cambiar, no por estar podrida sino por los que creen que entre sombras y luces van a conseguir su fin. Así que para todo esto no hay nada mejor que una buena memoria y una “opinión” propia y no interesada e impulsada por unos pocos que viven muy bien e influyen mucho.
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